BIENVENIDOS

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Mi nombre es Roxy

Buenas tardes mis pequeños vampiros del crepúsculo.

Desde que tenia 8 años me han fascinado los VAMPIROS , su belleza(no siempre), su sensualidad, su oscuridad, si como yo alguna vez os sentis aislados, contrariados e incomprendidos, porfavor no dudeis en acudir aqui.

Siempre seré fiel a mis ideales, creencias(aunque para algunas personas sean irreales), y fantasias, asi que si compartimos opiniones, unidos a mi clan...

Siempre vuestra:

Princess of dark

miércoles, 28 de septiembre de 2011

LA OFRENDA DEL BOSQUE (Por Narrador)

Buenos dias mis queridos vampiros!!!

Aqui os dejo un relato escrito por el puño y letra de mi queridisimo amigo Narrador. Es un poco triste, pero espero que os guste^^

Un beso enorme para todos y pasad un gran diaaaaa (lleno de mordiscos picantes por supuesto^^)


Su cuerpo temblaba convulsivamente. Con el dorso de la mano izquierda se limpió las lágrimas con disimulo, con la derecha cogía el pequeño bracito de un niña de carita sonrosada. Apartó el rostro para que su hija no la viera llorar y apretó los dientes, tratando de recuperar la compostura.
Los patucos de la pequeña se apoyaban en el frío suelo cubierto de hojarasca con fragilidad, amenazando con caerse si se le soltaba de la mano. Sus pasitos la acercaban hasta el lugar desde dónde un grupo de figuras encapuchadas les aguardaban ceremonialmente.
La noche era fría y angosta. Un viento gélido azotaba las ramas desnudas cómo brazos en perpetua súplica del bosque frondoso que crecía a su alrededor. Ni una sólo hoja pertenecía ya al árbol que las hizo nacer, de igual modo, ni un solo resquicio de esperanza cobijaba ya la madre de la pequeña niña.
El intercambio fue rápido y silencioso. Ella bajó la mirada cuándo aquellos seres tomaron a su hija. Podía escuchar a la niña llorando, llamándola, arqueando su fina espalda para alcanzarla con el cuerpo. Sus mejillas estaban sucias, y unas gruesas líneas se dibujaban en su superficie. Todo era inútil, la impotencia tenía a la mujer agarrada a la misma tierra cómo si le hubieran crecido raíces.
- ¡¡¡Mami, mami!!! –chillaba la criatura sin cesar. Estaba pidiendo clemencia.
La mujer se convulsionaba, con el gesto destrozado, lamentándose en silencio. Repetía el nombre de su hija. Le pedía perdón del modo en que podía. Permanecía de pie, con los brazos en cruz, cómo si abrazara algo pequeño e invisible, como si se cogiera del pecho.
Cuando los gritos dejaron de escucharse, el llanto cesó. De pronto, ella abrió los ojos, escuchando el silencio. Tratando de identificar el más leve sonido, pero sólo se oía al bosque que crujía en su sutil baile con el viento.
Avanzó un solo paso con dificultad, cómo si su pierna pesara toneladas. Pero el primer movimiento se siguió de un segundo y pronto se descubrió corriendo, apartando las ramas afiladas cómo agujas y las zarzas que crecían a su paso. Volvió a pararse en seco, con el corazón galopándole el pecho. Detectó el acre aroma de la sangre.
Gimió, apretándose el puño y mordiéndose el labio. Una gran mancha de sangre coloreaba un espacio cubierto de nieve. A su lado, un solitario patuco aguardaba cómo testigo solitario de la matanza.
Ella enloqueció, y el dolor anidó en su rostro. Deambuló durante el resto de la noche, buscando, rezando por dar con otro objeto, con alguna cosa que pudiera darle esperanzas, pero fue inútil.
Regresó a su casa, una cabaña junto a los lindes del bosque, cabizbaja, casi sonámbula. Levantó la mirada sólo para escuchar unas risas conocidas. Eran de sus otros hijos, que aún desconocían el destino de su pequeña hermana.
Poco más se puede decir de todo aquello. La deuda había sido pagada con dolor, con una terrible sensación de culpa que nada en el mundo pudo borrar de aquella mujer. Los seres encapuchados nunca más molestaron a aquella familia. ¿Puede ser que nunca? No. Por desgracia, volvieron para pedir su tributo a la hija de la mujer cuándo esta se convirtió en madre. Así eran aquellas tierras. Era necesario que unos murieran para que el resto pudiera salir adelante. Por desgracia, el precio de este derecho era la más terrible de las condenas.


1 comentario:

Mondina dijo...

Muy bueno. Bien narrado y estructurado. Has encontrado, como siempre, las palabras justas para describir detalladamente el escenario con un lenguaje preciso, concreto y expresivo, tanto, que hasta parece estar viéndolo. Te felicito, dominas a la perfección la fantasía y la ciencia ficción. Un beso grande amigo mío.