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Mi nombre es Roxy

Buenas tardes mis pequeños vampiros del crepúsculo.

Desde que tenia 8 años me han fascinado los VAMPIROS , su belleza(no siempre), su sensualidad, su oscuridad, si como yo alguna vez os sentis aislados, contrariados e incomprendidos, porfavor no dudeis en acudir aqui.

Siempre seré fiel a mis ideales, creencias(aunque para algunas personas sean irreales), y fantasias, asi que si compartimos opiniones, unidos a mi clan...

Siempre vuestra:

Princess of dark

martes, 26 de julio de 2011

HABLEMOS DEL MITO (Por Narrador)


La Sangre Vampírica III:
La sangre también da poderes de lo más peculiares y únicos a los nuevos acólitos; por ejemplo, ni Louis ni Claudia son telépatas, y son una excepción increíble dentro de la estirpe de vampiros y de los hijos de Lestat. Yo, personalmente, sigo sin entenderlo. ¡Los creó Lestat! Deberían ser… En el caso de Louis, esta limitación es casi una reafirmación de su humanidad, y luce con orgullo su “tara”. Como es un sufrio de la vida, pues le queda bien… el resto de vampiros se ríen de él.
A Armand le costó admitir que en ocasiones ve muertos. De tanto en tanto, percibe destellos de luz sobre sus víctimas (algo así, como aureolas de colores o arco iris) , o ve a sus fantasmas en el momento en que se alejan del cuerpo.
Santino, el líder del Aquelarre Romano y mentor de Armand tras la desaparición de Marius, se codea con las ratas o__o. Es algo así como un flautista de Hamelín,  aunque en realidad es un don derivado o perfeccionado a partir del poder de la hipnosis que muchos vampiros ostentan.
De los poderes más espectaculares hablaré en otro momento, pues no suelen darse en los vampiros más jóvenes. Es algo que se adquiere con la edad.
A parte de poderes y sentimientos, yo diría que la sangre altera a su portador; le hace más sensible, más trascendental, más voluble. Esto quizás sea un producto de la misma forma que tiene Anne Rice de narrar y de perfilar a sus personajes, aunque lo cierto es que los pocos humanos que aparecen en sus obras no suelen ser tan neuróticos y se comportan de una manera más práctica y sencilla. Estoy pensando en Jesse al escribir esto, y en el sosiego con que vivía su vida en la Talamasca; vale que era una vida extraña y apasionante, pero al menos no se ponía a dar la matraca con la obra de Dios y todas esas bobadas (aunque para esto tb está se justifica porque algunos personajes tienen su origen y viven en épocas muy determinadas, con un pensamiento predominante que les marca para siempre).
Pero yo creo que la sangre oscura si que radicaliza al personaje; no sé si la autora lo utiliza como un catalizador o simplemente es cómo quiere mostrar el peso de la inmortalidad o la forma en que pretende hacer que sus vampiros sean más atractivos y espirituales. En cualquier caso, es un dato a tener en cuenta. Y un enriquecedor de la trama (cómo el avecrem ^_^).
Y entre las propiedades mismas que tiene la sangre vampírica está el ser muy inflamable; espesa; casi inagotable (es imposible matar a un vampiro drenándole la sangre) y ávida.
La sangre llama a la sangre en las historias de Anne Rice, y la sed que padecen (sobre todo, los más jóvenes) es un tormento. Con la edad, el apetito disminuye hasta casi desaparecer y sólo se recupera por placer. Pero los primeros años (o decenios) son un fastidio. El neófito necesita beber cada día, a veces hasta varias veces y de varias personas. Es una sensación que no se sacia bebiendo, aunque se puede controlar mejor cuando se está saciado.
El no beber, desquicia al vampiro. No le produce la muerte, pero si lo sume en un estado de locura y sufrimiento. Lo mejor en ese caso es echarse a dormir; aunque sí se es muy joven, la sed no lo permite, y hace que te comportes como un yonkie sin dosis. Los del Aquelarre son famosos por torturar a sus nuevas adquisiciones con un ayuno forzado; con Armand lo utilizaron para doblegar su voluntad y que renegara de su antigua vida hedonista con Marius. En su fuero interno, Armand nunca deja de creer que está abrazando un culto sectáreo, pero lo cierto es que con el hambre, Santino consigue que cale en su ser y le convierte en un fanático a sus órdenes.
Cuando se pasa mucho tiempo (años o centenas de años), el cuerpo del vampiro empieza a alimentarse de sus reservas, y lo consume, convirtiéndolo en una especie de esqueleto con movimiento. La piel se retrae, mostrando los colmillos y recalcando los huesos; las venas abultan y se marcan, adquiriendo el aspecto de tendones, y relegando al vampiro en una especie de muñeco recauchutado ^^. Pero todo eso se soluciona con una buena dieta de sangre y cebándose sin parar. Pero como digo, ningún vampiro se muere por no alimentarse. Quizás acabe tan debilitado que sea incapaz de moverse o reanimarse. Es cómo vivir dentro de la cárcel de tu cuerpo.
Y bueno, la sangre da poder. Y beber de un vampiro más fuerte es una manera de conseguirlo sin tener que esperar a que pasen los años. En su momento, hubo una verdadera actitud de rapiña entre los recién llegados, y se llegó incluso a la guerra. Tanto miedo que se le tenía a los milenarios no evitó que se les diera caza para robarles la sangre. ¡Era una carrera de poder!
Marius, al conocer a Lestat le ofrece su sangre. Cree actuar adecuadamente, pues intuye en él al vampiro superviviente y atemporal en que acabará convirtiéndose y que le permitirá sobrevivir al paso de los siglos… aunque, en el futuro, Lestat finalmente decidirá exponerse, libremente, a la luz del sol…

1 comentario:

Arwen dijo...

Me gusta mucho Anne Rice, pero hace mucho que no la leo y no recuerdo que Lestat tuviera poderes telépatas...es apasionante...una entrada muy buena, besos eternos...