BIENVENIDOS

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Mi nombre es Roxy

Buenas tardes mis pequeños vampiros del crepúsculo.

Desde que tenia 8 años me han fascinado los VAMPIROS , su belleza(no siempre), su sensualidad, su oscuridad, si como yo alguna vez os sentis aislados, contrariados e incomprendidos, porfavor no dudeis en acudir aqui.

Siempre seré fiel a mis ideales, creencias(aunque para algunas personas sean irreales), y fantasias, asi que si compartimos opiniones, unidos a mi clan...

Siempre vuestra:

Princess of dark

lunes, 25 de julio de 2011

Mi gata Atenea



La más clara de las noches alumbra nuestra historia. Nos encontramos en una explanada, en la que no se ve nada más que a nosotras mismas. Mi compañera y yo estamos ansiosas de que llegue la hora.

Alma es mi nombre, y vampiro mi condición. Mi acompañante es Sarah, la vampira que me convirtió. Lo hizo, por pura necesidad y obligación.
A mí, sin embargo no me molestó que lo hiciera, ya que mi vida era un asco. Si, literalmente un asco. Nací en Londres en 1813, y desde que murieran mis padres por culpa de la peste, a lo único que me dedicaba era, a robar alimento, escupir a los nobles que por las calles pasaban, y bueno, subsistía como podía debajo de un puente. Me monté mi pequeño refugio, en las vigas centrales, ya que nadie se atrevía a subir allí. Tenía una gata, la encontré en una de mis búsquedas, de algo con que llenar el estómago. Yacía despeluchada y apenas sin vida entre unos cubos de basura. Yo, la recogí, la curé, y desde entonces fuimos inseparables.  El caso, es que juntas nos apañábamos bastante bien, mi gata era muy inteligente, de nombre Atenea, y de pelaje negro azabache, se encargaba de entrar en las cocinas de las posadas y cogía la comida con las fauces, traía lo que fuese, y entraba a por más para ella. Si, era muy inteligente. Hasta que un día alguien me la robó. ¿Qué como sé que me la robaron?, muy sencillo, nunca tardaba más de dos horas en volver de sus cacerías nocturnas, y aquel día como imaginareis no volvió.

Desde entonces mi vida se convirtió en un auténtico suplicio. Yo no era nada sin mi gata, ella era mi amiga, mi compañera, mi confidente… me sentía destrozada sin ella. No tenía ganas de comer, y ni siquiera de hacerle la puñeta  a los nobles. Solo quería recuperar a Atenea.
Un día, me harté y salí de mi escondrijo, decidida a encontrarla como fuera. Me acerqué al pueblo, y comencé a investigar. Nadie había visto una gata así, por aquel entonces los gatos negros eran señal de mal augurio. Caminé durante horas, por los pueblos circundantes, cuando ya me rendía, pude escuchar un sonido, lo distinguiría en cualquier sitio. Me acerqué un poco a la ventana de la cual provenía el sonido. Y allí estaba ella. Mi gata Atenea.
Que alegría la mía, ahora sabía donde estaba, y lo cierto es que estaba muy limpia, y tenía cuencos de comida y agua, una cama calentita, y juguetes por doquier. También llevaba un lazo rojo alrededor del cuello. Pero, al verme, saltó al alfeizar de la ventana y comenzó a rascar el cristal con el hocico, maullándome y pidiéndome que la sacara de allí. Yo, no sabía que hacer, las ventanas no se podía abrir desde fuera, pero mi gata ya estaba ingeniándoselas para abrirla. Lo consiguió, no era muy complejo. Cuando por fin la ventana se abrió saltó encima de mí y comenzó a maullar y a lamerme las manos.
 Estaba feliz, tanto yo como ella. Pero no podía irme de aquel lugar sin saber porque la querían. Cerré la ventana y fui a la siguiente abertura de luz que encontré. La casa era bastante grande, para tratarse de un pueblucho pequeño. Me llevé una angustiosa sorpresa, al descubrir lo que hacían allí. Había tres hombres vestidos de negro, que mantenían en la mano sendas copas con lo que parecía ser sangre. Y en el medio de la habitación, se encontraba un joven apuesto, salvo porque sus ojos ya no denotaban vida alguna. Tenía las muñecas cortadas, pero lo cierto es que no había ni una sola gota en el suelo. Todo estaba en un recipiente de cristal, en el centro de la mesa a la que se sentaban los hombres.
Salí corriendo, con mi amiga en brazos y sollozando debido a la imagen que acababa de presenciar. No paré hasta que hube llegado a mi rincón secreto en las vigas del puente. Pero allí me esperaba Sarah, la cual antes de morderme, me explico el proceso, y en que me convertiría. Acepté sin dudarlo, aunque después, al contarme la historia de por qué había decidido hacerlo, pensé que quizás no era buena idea, pero lo hecho, hecho estaba.
Sarah, me contó que aquellos hombres, eran los vampiros más antiguos de Londres, y que estaban aquí, en busca de una llave, la cual abriría una habitación escondida, que contenía un libro sagrado para los vampiros. Pero, aquellos vampiros, tan solo querían el libro para hacerse con el poder del mundo vampírico, y esclavizar a la raza humana. Yo, le pregunté que como podía ayudarle, si no había hecho nada más que convertirme. Entonces, Sarah me dijo que un vampiro recién nacido, un neófito, es muchísimo más poderoso que cualquier otro vampiro, incluidos los más antiguos, también me explico el porqué.  Me dijo que eran más fuertes porque cuando te conviertes, conservas la sangre humana que corre por tus venas, y eso te proporciona el mayor poder conocido por estas criaturas nocturnas.
Lo cierto es que acepté bastante bien mi condición. Siempre había sabido que los vampiros existían en realidad, no como todo el mundo que creía que solo eran cuentos de viejas.

Un día, me aventure a preguntarle lo que llevaba rondándome días en la cabeza. El por qué habían robado a Atenea. Ella, me dijo que no tenía ni idea, pero que algo tramaban, ya que cuando vieron que la gata no estaba, se habían puesto hechos una furia, pero ella me dijo, que a los vampiros les costaba deshacerse de las cosas, y que puede que fuese por eso. Pero yo no estaba tan segura, había algo más detrás de toda aquella historia, y estaba decidida a averiguar que era.

Los días fueron pasando, Sarah, esperaba a que la luna estuviese en su apogeo, porque entonces sería cuando la entrada a la habitación sería revelada. Tenía la certeza, de que ellos estarían allí, ya que la profecía de la llave, dictaminaba que esta, aparecería allí cada 100 lunas.

Y bueno, aquí nos encontramos, donde al principio de la historia describí.

Sarah me manda callar, los hombres ya se acercan. Son cerca de las doce, la hora en que la puerta se descubrirá, pero que sin la llave se volverá a cerrar.
Puedo oler el aroma a muerte que desprenden los tres hombres, y también puedo percibir que están nerviosos. Los oímos discutir, acerca de que han perdido la llave. Quizá tengamos suerte y no ocurra nada. En el momento que pienso eso, una luz cae de la luna, iluminando una zona de la hierba en concreto, se abre una abertura, los hombres avanzan hacia ella esperando ver algo, y de repente, Atenea aparece en escena. No sé como demonios ha llegado ahí, solo sé que está delante de unos vampiros que la miran con demasiada atención. Uno de ellos grita, “coged la llave”, pero yo no entiendo nada. Hasta que de pronto, la gata empieza a retorcerse, y de ella comienza a surgir una luz cegadora. Cuando por fin puedo volver a mirar, mi mascota ya no está. En su lugar hay una bella joven de negros cabellos, y ojos color ámbar, la cual mira a los hombres que están en el suelo.
Sarah me da la señal, y aparecemos tras Atenea, mi compañera con rostro serio, y yo misma, con cara de asombro miró fijamente a la que antes era mi gata. Ella me mira y me sonríe. Los hombres se levantan y una encarnizada lucha comienza en el valle.
Sarah coge al más alto de todos, mientras yo, intento defender a la joven de los otros dos. Me asombro ante la facilidad con que le arranco la cabeza al primero. Pero entretanto, el otro vampiro, ya me ha cogido del pescuezo, e intenta cortarme la garganta. Sarah se encuentra en grave riesgo, el hombre la ha mordido, y ha perdido mucha sangre. Pero entonces, la bella dama, extiende los brazos en cruz, y después junta las palmas delante de ella, haciendo sonar una palmada, de la cual vuelve a salir luz. Todos caemos inconscientes.

Al despertar, veo una pira de llamas, he intuyo que hemos ganado. Doy media vuelta y veo que Sarah, habla con la chica. Me acerco a ellas, y en cuanto se dan cuenta, se levantan del suelo y la joven me habla.
“Alma, querida. Sé que estarás confusa, pero todas tus dudas serán resueltas. Mi nombre, es Selene, y soy una sierva de la luna. Pero si tu lo deseas puedes seguir llamándome Atenea.
Convivo en forma de gato, con el fin de ocultarme ante seres como los que acabas de ver. Entidades, que quieren el poder que yo protejo, y que descansa en la habitación que viste. Tan solo puedo permanecer con forma humana una noche, cada cien lunas. Espero que puedas perdonar, el no haberme puesto en contacto contigo mentalmente, no quería asustarte, pero como ya conoces mi secreto, cada vez que tú quieras, nos podremos comunicar telepáticamente. Lo único que te pido, es, que por favor te quedes conmigo, ya que ahora eres inmortal, y siempre podremos cuidar la una de la otra, y así protegeremos mejor los secretos aquí guardados.
Debo cambiar, o moriré, es mi obligación. Recuerda que siempre, estaré contigo, y velaré por tu seguridad. Desde el momento en que me salvaste, supe que eras especial. Gracias por salvar mi vida amiga mía.”

Y así todo acaba. Con mi cara de idiota, mi querida gata y amiga, y mi compañera vampira. Tomamos rumbo a casa, en donde por siempre cuidaremos que nadie mancille el poder del libro sagrado de los vampiros.

4 comentarios:

Astarielle dijo...

Jur que paranoia... Princess alucino kn tu imaginacion, en serio. Vampiros, gatos que son persona... ¿Como se t ocurran estas kosas?
Por un momento pense k si, k Atenea seria kien tuviera la llave, xo ni d coña lo k a sucedido y menos aun que tuviera forma humana.
Me gusta k m mantengas en intriga hasta el final. ¡Enhorabuena! Muy buen relato.

Dany y Mariu dijo...

Me encanto el relato!! Esta genial!
Amaria tener una gata que pueda convertirse en persona! Y puede hablar telepaticamente con ella?? Aun mejor! Su vida vida humana no parecia tan mala... Aunque de vampiro es aun increible!
Eres muy buena escribiendo relatos! Deberias continuar haciendolo!
Mariu :D

siria dijo...

Guaooo....que puedo decir...me dejo con la boca abierta....esta genial el relato....me faciono...Eres increible escribiendo...Sigue asi...Besitos, Siria ;)

Arwen dijo...

Fascinante...me ha gustado mucho el relato, me ha dejado impresionada...escribes genial...un abrazo...