BIENVENIDOS

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Mi nombre es Roxy

Buenas tardes mis pequeños vampiros del crepúsculo.

Desde que tenia 8 años me han fascinado los VAMPIROS , su belleza(no siempre), su sensualidad, su oscuridad, si como yo alguna vez os sentis aislados, contrariados e incomprendidos, porfavor no dudeis en acudir aqui.

Siempre seré fiel a mis ideales, creencias(aunque para algunas personas sean irreales), y fantasias, asi que si compartimos opiniones, unidos a mi clan...

Siempre vuestra:

Princess of dark

sábado, 18 de junio de 2011

Capítulo 4

Bueno mis queridisimos seguidores, aquí os dejo la continuación de Recuerdos de un Vampiro.

Espero que disfruteis tanto como yo he disfrutado escribiendolo.





CAPITULO 4

Miré el reloj de la mesilla. Eran las 5 de la tarde. Había dormido demasiado. Tenía que ir a la biblioteca, porque si el libro no estaba allí… no. No quería pensar en negativo. Madre siempre decía que si uno pensaba en positivo, era más probable que las cosas te saliesen mejor. Así que eso fue lo que hice.
Me levanté de la cama y fui derecho a darme una ducha. Me puse mi camisa blanca favorita, unos vaqueros negros y mi querida chupa de cuero. Me calcé mis Puma negras, y cogí mis gafas de sol.
Tenía hambre. No de sangre, ya que estaba muy lleno. Sino de comida humana. Los vampiros que se alimentan de sangre, pero también intentan comer comida normal, al final crean una aceptación en el estómago y se puede conseguir un funcionamiento normal del aparato digestivo.
Eso antes no era posible. Los vampiros jamás aceptaban bien la comida humana. Eric me contó que una vez hace unos 1000 años, intentó beberse una sopa, ya que al ser líquido, pensó que quizá funcionaría. Pero no. Acabó vomitando durante casi una hora…
Nuestra especie evoluciona, mejora. Cada década que pasa, aprendemos cosas nuevas, experimentamos con la ciencia. Existen laboratorios clandestinos que experimentan con humanos. Por supuesto a espaldas de los Antiguos. Cada vez que encuentran uno. Matan a todo el que haya tenido contacto con él. Tanto humanos, como vampiros. Los Antiguos no se andan con tonterías, y más si se trata de un tema tan serio como es que puedan descubrir que existimos.
Me encaminé a la cocina. Me tomé un café, una barrita de cereales, y salí por la puerta. Arranqué mi precioso coche, y tomé camino sur, hacia la biblioteca.
Aquella sensación seguía ahí. Pero tenía bastante poder para mantenerlo bajo control. No debía acercarme a aquella casa jamás. Alexandra no podía enterarse de lo que yo era. Y mucho menos intentar convertirse.
Paré el auto cerca de la biblioteca. Preparé en un papel el titulo del libro que estaba buscando. “Artes oscuras volumen IV”, escrito por Amadeus Blackwood. No quería tener que mencionar el nombre del libro, ya que uno nunca sabía si iba a haber alguien del mundo nocturno alrededor. Aunque viendo el aspecto de aquella desvencijada biblioteca, habría jurado que poca gente acudía allí.
Conforme me iba acercando a la biblioteca, noté un escalofrío que recorría mi columna vertebral. Una cosa curiosa, ya que eso es un indicativo de peligro para los vampiros. No le di mucha importancia, pero me mantuve atento.
Cuando entré en la sala, eché una rápida ojeada, nunca estaba de más asegurarse de cuantas personas había. Vi a la secretaria de la biblioteca y cuando acabé de mirar, en el fondo del todo descubrí a mi bella Alexandra.
¡No podía ser! Ese era el peligro al que se refería el escalofrío. ¡De entre todos los lugares de aquel apestoso pueblucho, ella tenía que encontrarse allí!
Levantó la mirada de su libro. Imagino que para saber quién había entrado. Para lo que no estaba preparado era para su reacción. Me miró intensamente, se encogió en su asiento y comenzó a temblar. Me miraba con pavor.
Aquello chocó contra mí con demasiada fuerza. El dolor que sentía en el pecho era inmenso. Yo tenía razón. Ella me tenía miedo. Me odiaba… Noté humedad en mis ojos. ¿Por qué sentía ganas de llorar? Debería haber estado mejor preparado. No sabía que cara poner. Solamente podía mirar aquellos profundos ojos verdes. Mantenía su mirada atrapada, pero no lo hacía conscientemente. De haber sido así la habría apartado para no ver aquel miedo.
Me acerqué a la bibliotecaria sin quitar la mirada de ella. Le di el papel, y ella salió de la habitación.
Alexandra consiguió hacer caer la mirada de nuevo hacia el libro. Era el mismo de la noche anterior. ¿Libros de vampiros? ¿Eso era lo que le gustaba?. Menuda ironía…
No sabía si acercarme o no. Pero algo tenía que hacer para calmar aquel dolor interno. Era como si una maldita estaca hubiese penetrado en mi oscuro corazón y lo estuviese envenenando.
Mis pies tomaron dirección hacia su mesa. Ya no podía hacer nada. Mi corazón dominaba a mi mente. Mi cabeza gritaba que me fuese, pero ahora ella era el centro de mi universo, y no podía apartarlo a un lado así como así.
Me senté en la mesa. No quería sondear su cabeza. No quería ver aquel terror que yo le provocaba. De haberlo hecho me habría ahorrado muchísimas cosas.
Intenté tranquilizarla con mi poder antes de hablarle. Pareció relajarse un tanto. Pero todavía temblaba.
-Hola-. Alex levantó la mirada de nuevo y se enfrentó a mis ojos. Claro que tenía miedo, pero era valiente.
-Hola- Consiguió decir en un susurro.
- Mi nombre es William, ¿y el tuyo es…?- Esperaba que al presentarme se le fuese algo del miedo que tenia en su cuerpo. Así fue, pero la tensión no desapareció.
-Alexandra, pero todo el mundo me llama Alex. ¿De donde has salido?, nunca te había visto por aquí…- Su voz sonó más segura esta vez. Definitivamente esta chica tenía valor. Todavía no sabía porque me temía, pero por lo menos iba por buen camino.
-No, llevo tan solo unas pocas semanas aquí. Vengo de Venecia, Italia. Mi residencia permanente está allí, pero he comprado la vieja casa que está al norte, pasando el puente viejo.-Esperé un poco, no quería aturullarle con muchas preguntas- Yo a ti tampoco te había visto antes. ¿Eres de por aquí?-.
Estábamos en conexión completa. Jamás había sentido nada igual. No sabía si ella lo notaba también, pero pude percibir un destello en sus ojos. Se relajó un poco cuando vio que alguien más entraba en la biblioteca. Un humano joven, tal vez de unos 25 años. Pelo rubio, ojos azules, porte atlético. El típico prototipo de universitario americano. Se acercó a la mesa. Tenía una expresión enfurecida.
-Alex, ¿Qué diablos haces aquí?- Su voz era estridente, pero masculina.- Llevo esperándote como una hora, no sé si recuerdas que habíamos quedado en el Starbucks- Le hablaba muy mal. Ella no se merecía que le hablasen así. Miré a mi querida dama. Estaba roja de furia. No entendía nada.
- ¿Sabes que Brian?, estoy un poquitito harta de que siempre me hables así, y sabes que también, que acabas de interrumpir una conversación, eres un maleducado-. Me quedé de piedra. Esta chica cada vez me gustaba más. Acababa de demostrarme que tenía agallas.
Brian me miró iracundo.
-¿Y se puede saber quién eres tú?- sus palabras estaban envenenadas. Podría retorcerle el cuello fácilmente, pero lo último que necesitaba era que Alex me temiese más de lo que ya lo hacía. Así que decidí quedar como un caballero. Me puse en pié. Le sacaba unos cuantos centímetros, ya que yo andaba por el metro noventa.
 -Mi nombre es William, y estoy esperando a que le pidas disculpas a esta señorita- Vi de reojo como Alex se sonrojaba.
-¡Ja! Tu no eres nadie para decirme nada.- Podía notar como aquella ira manaba de todos sus poros. Menuda sonrisita de suficiencia que tenia pintada en la cara. - Así que ¿Porqué no te das el piro?-
- ¿Sabes que pienso? Pienso que eres un niñato mal hablado, estúpido y arrogante. Creo que eres de esas personas, que creen que pueden conseguir todo lo que quieran simplemente cogiéndolo, y también que eres un prepotente y un egocéntrico. Se ve que eres un niño mimado a la legua.- Esbocé una media sonrisa al escuchar la carcajada que salió del pecho de Alex.- Ah, y todavía estoy esperando que te disculpes-.
Contemplé como hiperventilaba debido a la vergüenza que estaba pasando. Podía escuchar como su corazón latía apresuradamente. Me dio tiempo de sobra para apartar la cabeza al lado derecho, agarrar su puño y doblarle la muñeca hacia atrás. Acabó arrodillado en el suelo, con una expresión de derrota en el rostro.
-¿Porque no prosigues con las disculpas Brian?-. Alexandra nos miraba a ambos con los ojos muy abiertos. Se había levantado de la silla.
- Lo…siento Alex-. Sonó muy forzado, casi como un gruñido. Pero a mi me valía, y tampoco quería estar en aquella posición dominante durante mas tiempo. Si no, Alex iba a tener una muy mala ´primera impresión de mi.
Le solté la muñeca, él se levantó, se sacudió la ropa malhumorado y se giró para encarar a Alex.
-Hablaremos más tarde, sin tu guardaespaldas presente-. Había un inicio de amenaza en sus palabras que no me gustó nada. Después dio media vuelta y se fue.
                                                                      
***

Mientras Brian estaba saliendo por la puerta, decidí enfrentarme a las palabras de Alex. No sabía cual iba a ser su reacción ante todo aquello.
- Muchas gracias por defenderme, pero ya sé hacerlo yo solita-. Parecía enfadada, pero al mismo tiempo agradecida. Sus ojos brillaban expectantes.
- Siento mucho haberme entrometido así, pero de donde yo vengo, a las mujeres se les trata con educación y cortesía, no con ira y malas palabras-. Pude oír claramente un pequeño y corto suspiro, ella esperaba que yo no lo percibiera, pero claro, si hubiese sido humano, no me habría dado cuenta.- Además, estábamos conversando tranquilamente, y nos ha interrumpido, como tu bien has dicho, es de muy mala educación. Pero de todas maneras… ¿Él es tu novio?-. No sabía si quería oír la respuesta o no…, solamente necesitaba seguir hablando con aquella indefensa y dulce criatura.
- No…exactamente…, lleva enamorado de mi desde secundaria… Antes de eso, éramos grandes amigos, pero salí con él un par de veces este otoño, y ahora no me deja en paz. En realidad si que había quedado con él, pero se me pasó por completo… es que cuando estoy aquí. – Miró a su alrededor con una sonrisa.- Me meto tanto en los libros que olvido que fuera todo sigue moviéndose. Puedo pasarme horas y horas leyendo…-. Parecía absorta en sus pensamientos, como si hablase con ella misma.
No podía creer que alguien pudiese amar más la lectura que yo, pero acababa de dar con la horma de mi zapato. Lo tenía todo, dulzura, belleza, inteligencia, valentía… Cada vez notaba ese hormigueo en el estómago más y más fuerte. Sentía la imperiosa necesidad de acariciar su piel, de fundirme con ella en un solo ser, de adentrarme en su corazón y tocar su alma…
Me miraba con una expresión diferente en el rostro. Ya no era miedo, era confusión. Estaba confundida, pero ¿por qué?.
Me acerqué un poco a ella. De pronto me sorprendió con una mirada gélida.
- No te acerques más a mí, eres malvado. Haces cosas malas a gente buena. No sé porque he seguido hablando contigo, ni porque te he seguido el juego con lo de Brian. Pero de una cosa si estoy segura, provocas en mí una sensación extraña, me entran escalofríos cuando oigo tu voz. Eso seguro que no significa nada bueno, así que ¡Aléjate de mi!

Bueno mis vampiros del crepúsculo, se que os he dejado con todas las ganas,^.^ en eso consiste escribir por capitulos no?? asi que un besito muy sangriento y espero que os haya gustado.

Dejad un comentario a la salida!! Gracias

Princess of Dark

7 comentarios:

Samantha dijo...

Llevo varios días sin entrar en internet, estoy intentando ponerme al día con los blogs. Así que aquí estoy para ver qué me he perdido.

Ah! gracias por acordarte de mí y entregarme el premio. Lo subiré a mi blog de premios y regalos.

Un saludo!

D. C. López dijo...

Mira k eres mala!,jajaja, como nos dejas el capítulo así?, y x k cambió ella tan de repente?. Ahora m has dejado mordiéndome las uñas y deseándo leer más!.

Gracias perla x avisarme y x votar en el reto, tejiendo un cuento. Saludos y feliz fin Domingo!, Muak!!!.

Val Navás dijo...

Me encantó el capi, esperaré para la continuación. ^o^

Besossssssss

Arwen dijo...

Ufff como nos has dejado...decir que me encanta es poco...me apasiona...pero me da pena que no quiera estar con el...que le tenga miedo...en fin espero el siguiente capitulo...besitos eternos...

Nadia dijo...

ooooooH! pobre, después de ser todo galante con ella XD.
Me encantó elcapítulo, perdón por no pasar antes pero he estado algo ocupada. mñn me paso a leer el capítulo 5

Narrador dijo...

Starbucks en el pueblucho? XD
Bueno, creo que la historia va a tomar un rumbo mas de culebrón estudiantil que de lo que normalmente interesa: misterios sobrenaturales.
Sigo esperando a que William convierta a la "petarda" en vampira y ya ni me voy a molestar en tratar de empatizar con sus personalidades porque parece que la historia va por otros derroteros.
Estoy un poco confuso. No sé porque William se expone a alimentarse de gente, a encaramarse en árboles (con el peligro de ser detectado), a presumir de que le encanta leer (cuando lo único que ha hecho hasta ahora es deambular y dormitar) o porqué demonios ha esperado a que sea lunes para pedir un libro en la cochambrosa biblioteca que bien podía haber robado o leido clandestinamente.
Supongo que tengo que habituarme al ritmo ^^.

siria dijo...

jajajaja....Tengo que decir que me dejas...Con la mayor intriga del año...me facino el capitulo....menos que subiste los otros capitulos...porque me muero por leerlo...a leer el siguiente...Besitos, Siria..